La información es poder y mucho más en este mundo empresarial actual. Tanto que un fallo en los sistemas, un ciberataque o un desastre natural pueden poner en riesgo todo y no solo los datos. En este punto es donde se aprecia la importancia de un plan de recuperación ante desastres (DRP).

Con este plan se forma una estrategia donde se detalla cómo debe actuar la organización con el fin de restaurar las operaciones y sistemas lo antes posible después de una interrupción, todo documentado en distintos protocolos a seguir.

Sin este plan, la recuperación puede ser un caos, dando lugar a pérdidas económicas y una bajada de la reputación, es por eso que, para proteger la continuidad del negocio y la confianza de sus clientes, un DRP bien enfocado hará recuperar la actividad lo antes posible y pudiendo evitar daños colaterales en esta caída.

Al final, cada hora sin operar se traduce en pérdidas, ya sea para la producción o para el cliente final que depende de nuestras actividades. El plan establece protocolos claros para reanudar operaciones de forma eficiente, además de cumplir con normativas y auditorías, ya que en muchos sectores es obligatorio contar con un DRP por las regulaciones de protección de datos y seguridad. Con esta respuesta rápida y organizada se disminuye el coste total de la recuperación.

Desgranemos qué tener en cuenta para que un plan de recuperación sea completo y efectivo:

• Analiza los riesgos e identifica las amenazas potenciales como ciberataques, incendios, fallos de hardware o inundaciones.
• Evalúa el impacto dentro de la empresa para así poder determinar qué procesos son críticos y así tener una jerarquía marcada de su recuperación.
• Cuenta siempre con copias de seguridad automáticas, tanto en la nube como en ubicaciones físicas. Así tendrás acceso a ellas en cualquier punto del mundo y en caso de estar incomunicados, tener ese respaldo en nuestra sede. Esas copias siempre deben ser realizadas en entornos seguros y de nuestra confianza.
• Contaremos con un protocolo de comunicación y deberemos tener bien definido cómo y a quién informar en estos casos.
• Es muy importante que se realicen pruebas periódicas para así poder contemplar estos escenarios y comprobar que el plan funciona, además de asegurarnos de que el personal sabe aplicarlo y así estar listos cuando sea real.

Aunque son muchos los casos que se nos pueden presentar, algunos podrían ser:

• Ciberataque con ransomware.
• Fallo eléctrico prolongado.
• Inundación en las oficinas.

Con una copia de seguridad bien aislada con la que restaurar los datos, servidores en la nube o en centros de datos redundantes que mantengan los sistemas accesibles o tener nuestros datos almacenados en un entorno externo al de la empresa nos facilita que el equipo pueda trabajar de forma remota, dando posibles soluciones a los anteriores casos mencionados.

Sigue estos pasos para poner en marcha tu DRP:

• Audita tu infraestructura actual y detecta puntos débiles.
• Define tus objetivos de recuperación: tiempo máximo aceptable de inactividad (RTO) y pérdida máxima de datos tolerable (RPO).
• Elige las herramientas adecuadas, como soluciones de backup en la nube y sistemas de replicación en tiempo real.
• Forma al personal para que sepa cómo actuar y a quién acudir en cada situación.
• Revisa y actualiza el plan al menos una vez al año o tras cambios importantes en la infraestructura. No te quedes anclado, ya que nuestro alrededor está en constante cambio y en este aspecto, mucho más.

Como conclusión, un plan de recuperación ante desastres es como un seguro de vida para tu empresa. No puede evitar que ocurran incidentes, pero sí garantiza soluciones para poder reaccionar con rapidez, minimizar pérdidas y mantener la confianza de tus clientes.

Si quieres saber más sobre nuestras copias de seguridad y nuestras auditorías TIC, puedes visitar nuestra página web o llamarnos al 951 20 40 88. También puedes seguirnos en redes sociales para estar al tanto de todas nuestras novedades. Estamos en Facebook, Instagram y LinkedIn. ¡Hasta la próxima!